El Hospital Juan Ramón Jiménez promueve la lactancia materna desde el nacimiento
Las madres cuentan con apoyo individualizado y con sesiones centradas en la familia antes del alta
Profesionales de enfermería del área de partos y de la planta de maternidad del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez promueven la lactancia materna desde el momento del nacimiento del bebé hasta el alta con diversas acciones. Así, las madres cuentan con apoyo individualizado en el paritorio y durante el ingreso en planta, así como con sesiones bajo el modelo de maternidad centrado en la familia.
En la Semana Europea de la Lactancia Materna es preciso destacar que la OMS y UNICEF recomiendan el inicio inmediato de la lactancia materna en la primera hora de vida, la lactancia materna exclusiva en los primeros seis meses de vida y la introducción de alimentos complementarios seguros y nutricionalmente adecuados a partir de los seis meses, continuando con la lactancia materna hasta los 2 años o más.
En este sentido, las madres lactantes disponen de un asesoramiento individualizado que se lleva a cabo mediante la observación y evaluación de la toma por un profesional para identificar posibles dificultades en el agarre y así mostrar a las madres cómo resolverlo, dado que al inicio suelen aparecer mayores dificultades. La evidencia demuestra que contar con el apoyo profesional y familiar es fundamental para superarlas y mantener la lactancia según las recomendaciones de la OMS.
En cuanto a las sesiones grupales, su objetivo es facilitar la autosuficiencia de la madre para alimentar a su bebé con el apoyo de la familia, contando con un espacio en el que se resuelven las dudas que surgen en los primeros días, se ofrece asesoramiento y pautas a seguir hasta que la lactancia esté instaurada.
Son impartidas por Rosalía Mancheño, matrona del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez e IBCLC (Consultora Internacional Certificada en Lactancia Materna) y tienen una duración de 1,30-2 horas, estando abiertas tanto para los padres como para cualquier familiar que esté implicado directamente en el cuidado del bebé.
Durante las mismas, se muestra a las mujeres cómo realizar la extracción manual de leche, cómo resolver la ingurgitación mamaria que se produce con la subida de la leche y el cuidado de las grietas destacando el mensaje “amamantar no debe doler”. Se recalca también la importancia de mantener el contacto piel con piel durante la cuarentena para favorecer la lactancia materna y también se les explica cómo identificar los signos precoces de hambre del bebé.
La metodología que se emplea es activo participativa, tratando de eliminar falsos mitos en relación con la alimentación y cuidado del bebé, intentando fomentar la autoestima, resaltando la capacidad que tiene la madre para alimentar a su bebé y así poder recuperar la cultura de la lactancia. Se abordan contenidos relacionados con la crianza, qué supone la llegada del nuevo miembro a la familia, el puerperio en la mujer, signos de alarma para acudir a urgencias y de manera transversal se realiza educación sanitaria con el fin de fomentar estilos de vida saludables.
Un aspecto destacable es la asistencia del padre a estas sesiones, lo que posibilita aclarar muchas dudas, especialmente cuando no han podido asistir a las clases prenatales de preparación al nacimiento y la crianza. Entre otras cuestiones, aprenden por qué es importante para el recién nacido recibir la leche de su propia madre, qué riesgos conlleva la alimentación con sucedáneos de leche materna, cómo se debe manipular al bebé, por qué se produce el cólico del lactante y la importancia de la crianza respetuosa.
Desde que se pusieron en marcha las sesiones en los últimos seis meses han acudido cerca de 600 personas, estando presentes la madre y el padre junto con el bebé y, en algunos casos, abuelos o tíos y profesionales sanitarios.